martes, 29 de octubre de 2013

París

A finales de año el viaje que tanto se hizo esperar se cumplió. Esperé mucho tiempo a la oportunidad que siempre dejé abierta por la compañía, y por fin llegó el momento de ir a París. Recorrer sus calles podría ser suficiente por el encanto de sus calles, sus iglesias, sus museos, sus parques... pero sin duda me llamaron la atención dos cosas. Una la torre Eiffel, símbolo de la nación y preciosa imagen de noche desde donde se puede ver toda la ciudad.

Y la segunda el museo del Louvre, como no. Pero me llamó tanto tanto la atención que casi cierran el museo y me quedo sin ver la parte que más me gustaba de todas, donde iba a encontrar los restos más conocidos y singurales de todo el mundo (también la Gioconda y varios cuadros de renombre), los que formaban parte de la Historia Antigua. Y con estos restos me refiero sobre todo al Escriba Sentado, a la Venus de Milo, pero sobre todo al Código de Hammurabi (foto). Además de todo eso pudimos ver otros grandes monumentos como el Arco del Triunfo, y viajar incluso hasta el Palacio de Versalles con su inmenso jardín.

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