Este nuevo año empezaba con previsión de ver grandes eventos, sobre todo este por el que me vine hasta Barcelona. Se celebraba allí el XXIII Campeonato del Mundo de Balonmano, y yo tenía entrada solo para la final, a la cual no sabía quien iba a llegar. A medida que pasaron las eliminatorias se pudo ver a una gran España, pero por debajo de Croacia y de Dinamarca, que estaban muy fuertes. Sin embargo, estas dos se enfrentaron en semifinales, con los daneses arrasando e imbatidos. España consiguió eliminar claramente a los otros dos primeros de grupo, a los alemanes en cuartos de final y a los eslovenos en semifinales, por lo que también llegaron a la final. Los daneses eran los claros favoritos, subcampeones del Mundo, campeones de Europa, y en una gran forma durante todo el torneo. Sin embargo, nada más comenzar el partido se vio a una gran España que se iba en el marcador. Los daneses, a pesar de intentarlo no conseguían remontar y se chocaban con Sterbik que fue aclamado varias veces por el público. El, para muchos, mejor jugador del mundo, Hansen no pudo hacer nada, y España seguía marcando hasta ponerse con 33-15, aunque finalmente se dejaron ir y terminaron 35-19. El Palau Sant Jordi lleno con 14.000 personas. Increíble el ambiente y la fiesta tras la victoria!!!
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