Vacunas

Para este viaje he tenido que ir nuevamente a Sanidad Exterior, para que me orienten sobre las vacunas y mi salud. En general para cualquier viaje al Hemisferio Sur, sobre todo en regiones selváticas, hay que vacunarse obligatorialmente de la fiebre amarilla, que tiene una validez de 10 años. A parte, hay que tener precaución con ciertas enfermedades que se recomienda su vacunación como las hepatitis A y B, la difteria y el tétanos. Para la hepatitis A sólo son dos dosis y para la B son 4, la última un año después de las otras. En este caso me dijeron que si no voy a Vietnam no necesito la encefalitis japonesa, quizá para un futuro... En la otra ocasión tuve que tomar via oral la vacuna del tifus y ahora también via oral bebible (Dukoral) la del cólera (foto), que me ha costado por la Seguridad Social casi 20 euros (el resto gratis). Además siempre hay que llevar suero (me salvó en Bolivia dos veces), repelente de insectos y las pastillas para la malaria, en caso de entrar en zona conflictiva.

Barranquismo y Pesués

Después de "ganar" la apuesta del Mundial de Fútbol me tocaba recoger mi premio, bajar el Cañón del Navedo. El precio son 40 euros en la empresa Devatur, en Unquera y ellos se encargan del material y del transporte. Nos llevaron por el desfiladero de la Hermida hasta 100 metros más adelante del km. 161 de la N-621, a pocos kilómetros de llegar a Potes. Allí termina el Cañón y empieza la ruta que remonta el río Navedo hasta Cicera. Seguimos dicha ruta hasta una cabaña, donde nos pusimos el neopreno y continuamos andando unos 15 minutos. El grupo era de 12 personas y empezamos con un rápel seguido de unos toboganes. Después de algún salto y algún rápel más, llegamos a la zona más técnica, con toboganes más grandes, un rápel de unos 25 metros, otro de 6 metros en volado y un salto de 8 metros desde un saliente. Tardamos más de dos horas en realizar la actividad y en total estuvimos desde las 9:15 hasta las 14 que volvimos a llegar a Unquera.

Después fuimos a comer a Molleda, al lado del río y mirando como pasaban las piraguas. También fuimos a Pesués, donde pregunté si era fácil hacer la ruta hasta Pechón. La gente nos desanimó bastante por el mal estado de la carretera después de la tala, pero fuimos y todo perfecto. Atravesamos "La canalona" hasta llegar a "El Llano", donde nos volvimos tras ver las vistas de Pechón desde arriba.

Sendero de la Peña

Sin mucho tiempo para hacer rutas un poco más largas, decidimos que lo más fácil era ir a Peñacastillo y ver las vistas desde el "Sendero de la Peña". Con 139 metros de altura el monte de la Peña es la mayor elevación del municipio de Santander y tiene un gran valor paisajístico, aunque su valor ecológico ha sido dañado por la explotación minera (caliza) a la que ha sido sometido. Es una ruta circular de 2.250 metros y en la que supuestamente se tarda 1:30 (en la práctica serán 40 minutos). El punto de partida habitual es la iglesia de San Lorenzo, en Peñacastillo, donde hay un cartel que indica por donde continua la ruta. En algunos momentos el camino no es fácil y es posible que resbale si llovió recientemente.

Karts

Fue sin duda un fin de semana de conducción. Después de conducir hasta Zumaya, fui hasta Cangas de Onís y de allí al centro de Gijón, donde tuvimos sesión de karts. El circuito está situado en el Centro Comercial Los Fresnos y dicen que es el único de Europa en un eje comercial del centro de la ciudad. Hicimos la opción de GP2, que son tres vueltas de reconocimiento al circuito, manga clasificatoria de 7 minutos y manga final de 7 minutos, todo por 35 euros. Después de rellenar tus datos para que aparezcan entre mangas en las pantallas, te pones el casco, coges tu kart y a correr!!! Me gustó mucho la experiencia y hacerlo en el interior y con dos pisos. Al final fui 6º de 11, con un mejor tiempo de 44.506. Al día siguiente fui a Avilés, vuelta a Santander y de allí a Bilbao, unos 900 kms...