San Silvestre

Hace 9 años hice mi primera San Silvestre en Santander, y esta era la séptima vez que participaba. La inscripción como siempre era gratis y se podía hacer en el mismo momento de comenzar. La organización dice que había unas 4000 personas, aunque yo creo que algo menos. Al comienzo nos grabaron en vídeo, en el que aparezco un poco. El recorrido, como siempre, del Casino hasta el Chiqui y vuelta en dos ocasiones, que hacen un total de 5,6 kilómetros. Tras acabar en poco más de 22 minutos nos dieron dos sobaos, una botella de powerade, un gorro y un peluche, pero lo mejor sin duda el ambiente de la gente disfrazada haciendo deporte...

Concurso fotográfico

Hace poco participé en el Tercer Concurso Fotográfico geoPlaneta-Lonely Planet, en el cual otorgaban premios a las mejores fotografías de viajes. Yo presenté una y gané uno de los 50 premios, una guía de conversación. Las fotos premiadas fueron estas, entre las que está la mia, espero que os gusten.

Abrantes y Ciudad Rodrigo

Por la mañana estuvimos dando una vuelta por Abrantes, que ya habíamos recorrido un poco por la noche. Tenía un castillo y varias iglesias interantes, pero lo más bonito eran sin duda las calles del centro. Sin embargo no estuvimos mucho tiempo y fuimos hacia España, parando en Ciudad Rodrigo. Aunque es pequeño es muy bonito y destacan la Catedral de Sta. María del siglo XII, el castillo de Enrique II de Trastámara, las murallas, la Plaza Mayor o la gran cantidad de edificios históricos por toda la ciudad. De camino paramos también en Alaejos, que tiene dos iglesias enormes, terminando el viaje con unos 1850 kilómetros recorridos en coche.

Belem, Estoril y Sintra

En la zona de Belém hay dos Patrimonio de la Humanidad, y el día anterior apenas pudimos ver nada por dentro, así que volvimos. Fuimos al Monasterio de los Jerónimos, pero había mucha gente y como habíamos visto el museo de la Armada que está en el complejo, fuimos a la torre de Belém, 5 euros. Por fuera es muy bonita, en mitad del río, pero por dentro apenas tiene nada y para subir por las pequeñas escaleras se acumula demasiada gente. Después fuimos a Estoril, donde paramos un rato a comer y a ver el Casino, que es sin duda lo más llamativo, aunque en verano seguro que está repleto de gente en sus playas, ahora vacías (foto).

Cuando terminamos de comer fuimos dirección a Cascais pero una vez allí nos desviamos para ir a Sintra, que también es Patrimonio de la Humanidad. Fuimos directos al Palacio Nacional da Pena y entramos por 9 euros a los jardines y al palacio (foto). Por dentro es muy bonito, decorado con muebles de la monarquía, pero por fuera, las vistas y los jardines son mucho mejor. Estuvimos hasta que se hizo de noche paseando por los jardines y subiendo hasta el punto más alto, la Cruz Alta, que está a 530 metros. Después tuvimos que volver deprisa porque nos habían cerrado el recinto, siendo ya de noche. Al salir bajamos al pueblo y vimos por fuera el Palacio Nacional de Sintra y los alrededores antes de ir a Abrantes.

Lisboa

Llegamos a la capital después de comer y dejamos las cosas en el hotel. Al poco rato fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad viendo la estación de Rossio, el teatro Doña María II y las calles que llevan a la plaza de Comercio, que estaban llenas de alemanes para ver dos días después al Schalke 04 en la Liga de Campeones. Cuando llegamos a la plaza, estuvimos un poco a la orilla del río y de allí fuimos a la iglesia Conceiçao Velha, a la casa Dos Bicos, a la Catedral Sé, y al castillo de S. Jorge, que acababa de cerrar. Después tomamos algo en el mirador de S. Luzia y bajamos a cenar cerca de la Catedral, en el Río Coura. Aprovechando que casi no llovía nos fuimos al hotel dando otra vuelta por el centro, aunque al final llegamos mojados por la riada.

Al día siguiente fuimos por el centro y después a la zona de Chiado, donde vimos el café Brasileira y el museo/convento do Carmo (2,5 euros), de 1423 y que está en ruinas tras el incendio de 1755. Después vimos las vistas desde el elevador neogótico de Santa Justa, estuvimos en la zona de Bairro Alto, vimios la Asamblea de la República, comimos, y bajamos en el funicular de Bica (foto). De allí cogimos un tranvía a Belem, vimos el museo de La Armada y el resto de sitios de interés por fuera (foto), porque era fiesta. Cogimos después un autobus de vuelta y subimos al castillo de S. Jorge que nos costó 3,50 para estudiantes. Por dentro está vacío y no tiene mucho interés, pero las vistas de la ciudad son impresionantes. Después dimos una vuelta por algunas calles del centro y decidimos ir a ver Fado. Tuvimos que volver a ir al Bairro Alto y preguntamos un buen sitio. Al final entramos en uno y tras cenar fuimos al hotel.

Portugal

Tras pasar la frontera llegamos a Vale da Mula y de allí fuimos a Almeida, un pueblo pequeño pero muy bonito, lleno de fortificaciones, como es habitual en esta zona fronteriza, y con unas vistas geniales. Después fuimos directos a Constancia, dimos una vuelta por el pueblo que estaba totalmente deshabitado y dormimos en el Casa Joao Chagas. Al día siguiente fuimos hasta Tomar, que está a pocos kilómetros, y entramos al convento de Cristo que es Patrimonio de la Humanidad y fue construido en 1162 por un Gran Maestre del Temple. La iglesia (foto), el castillo templario justo al lado y los alrededores son muy bonitos y se necesita bastante tiempo para ver todo. Entramos gratis por ser domingo, en caso contrario eran 5 euros. Al salir fuimos a ver un poco el pueblo y después para Lisboa.

Salamanca y Siega Verde

Aprovechamos nuestro viaje a Lisboa para parar de camino en Salamanca, donde llegamos al mediodía. Una vez allí fuimos al hostal y después a andar por el centro, que al ser pequeño se conoce fácilmente. Llegamos lo primero a la Plaza Mayor y de allí entramos en la Universidad Pontificia por 3 euros, que está bastante bien conservada. Después, lo más interesante fue la otra Universidad, la Catedral (foto), la casa de las Conchas, las vistas desde una torre y varias iglesias, entre las que destaca la de S. Esteban. Para finalizar el día estuvimos de cena por la calle Van Dyck.

Al día siguiente fuimos a conocer la parte oeste de la ciudad, como el Palacio de Monterrey, el Colegio del Arzobispo Fonseca o el Convento de las Úrsulas, a las que vimos cantar. Después nos fuimos hasta la Estación Rupestre de Siega Verde, que al igual que Salamanca es Patrimonio de la Humanidad. Allí, a pocos kilómetros de Villar de Ciervo está el yacimiento que contiene casi 100 paneles con representaciones de animales y signos (foto), que han sido datados del Paleolítico Superior. La visita duró casi una hora al aire libre y otra media en el aula arqueológica, por 4,5 euros, mereciendo mucho la pena. Antes de pasar la frontera estuvimos en Villar de Ciervo tomando un café y recorriendo el pueblo en coche y en Aldea del Obispo donde estuvimos buscando el Real Fuerte de la Concepción, que estaba finalmente de camino hacia Portugal.