Macizos de Miera

Salimos por la mañana para hacer el PR-S 27, los Macizos de Miera, que discurre entre Rubalcaba y Mirones. Para comenzar tuvimos que andar un poco por la carretera general hasta la primera desviación a la derecha, que indica la subida a El Rellano. Seguimos todo el tiempo la carretera principal sin desvíos, hasta que llegamos a unas casas que están justo debajo de Peña Pelada. Seguimos un poco más arriba hasta unas cabañas y a partir de ahí perdimos el camino para tirar campo a través. Una vez que llegamos al collado, seguimos un poco más adelante hasta un descampado donde había una cabaña, y comimos (foto). Después seguimos por un camino bien marcado en la parte de arriba de un valle lleno de árboles hasta llegar a la parte de arriba de Mirones. Atravesamos el pueblo por el puente y fuimos por el camino fluvial. Llegamos hasta otro grupo de casas, descendimos hasta el río, y salimos a la carretera casi en Rubalcaba, donde terminamos. Distancia recorrida 16,6 kms en 6 horas 35 minutos, aunque en movimiento fueron 3:41. Velocidad en movimiento 4,5 km/h y máxima de 17,8 km/h. Altura mínima de 150 metros y máxima de 659.

Galicia

El fin de semana anterior tuve despedida en Oviedo, Pola de Siero (karts) y Gijón. Ahora tocaba ir a la boda, y me desplacé hasta Burela el mismo sábado a primera hora. Estuvimos tomando algo hasta que nos desplazamos a la Finca Galea, en Alfoz. Al día siguiente fuimos a comer a Lugar do Sixto, que está en un pequeño pueblo de Foz, Eixo. A partir de ahí comenzó el viaje que me llevó a ver el pueblo de San Cibrao, con el segundo faro del viaje, después de Burela. El pueblo no era muy grande y además comenzó a llover, así que me fui por los alrededores buscando el faro de Punta Roncadoira, que después me dí cuenta que ya conocía. A mitad de camino estuve en Xuances, y cuando terminé fui hasta Viveiro, que también lo conocía. Paré a ver las vistas desde Escourido y paré en O Vicedo, un pueblo costero muy bonito, con casas típicas de pescadores y muy acogedor. Después estuve en el faro de Punta Estaca de Bares, que estaba en una zona apartada y con unas vistas muy bonitas. Cerca está Ortigueira, que a parte de un par de iglesias no tiene mucho que ver. Para terminar el día fui a cenar a Cedeira, y ya me quedé a dormir en un parking pegado al mar.

Cuando me levanté estaba lloviendo, así que compré algo para desayunar y me fui hasta Aviño y a la playa de A Frouxeira, para luego visitar su faro. Después fui directo hasta Ferrol que me sorprendió gratamente, ya que todo el mundo me había dicho que era muy feo. Sin embargo tenía algunas cosas interesantes como el museo naval, que fue gratis. De ahí me fui hasta A Graña buscando el faro de Cabo Prioriño, una zona muy bonita por toda la costa, sobre todo San Felipe. Una vez que vi el faro me fui hasta Mugardos (foto) ya que me habían recomendado el pulpo a la mugardesa. El pueblo es pequeño, y pude ver por fuera el club de remo. Como sabía que Ares también tenía club de remo me fui hasta allí. Estuve paseando un rato por la playa (foto) y hablando con varios directivos del club, que me trataron de maravilla. Como tenía que volver a Gijón me fui rápido, pero antes pasé por Mondoñedo, que a pesar de que me habían dicho que no tenía nada me sorprendió por la catedral, la fuente y su casco viejo, muy curioso.

Ya en Asturias cenamos y dormimos en Gijón y al día siguiente fuimos hasta el puerto de El Musel y al faro de Candás, que no conocía a pesar de haber estado en el pueblo anteriormente. De ahí nos fuimos hasta el cabo de Peñas, para ver su enorme faro y sus vistas (foto). De allí fuimos a Cudillero, un pueblo muy recomendable y acogedor, aunque infestado de gente. También allí había faro, el último de los cuatro días que hicieron un total de diez. Antes de volver a casa fuimos hasta Soto del Barco, y a la villa romana de Veranes que por desgracia tenía el museo cerrado.