En 2006 hice una preciosa ruta hasta el castro romano de la Espina del Gallego y tiempo después me di cuenta que cerca de la zona hay varios castros más. A principios de mes hicimos una pequeña aproximación a la zona, hasta llegar casi a la Espina del Gallego y decidimos que lo mejor era realizar la ruta en bici y no a pie, debido a la distancia que había que recorrer. Por eso este sábado decidimos ir pronto hasta allí y pasar el día completo. Fuimos hasta Arenas de Iguña, y un poco más adelante en dirección a Anievas, dejamos el coche en Barriopalacio. Más o menos a las 10 horas y una vez preparados comenzamos a subir, pasando Cotillo y Villasuso, hasta llegar al collado. Ahí empieza una pista de gravilla bastante grande, a la derecha de la carretera, y tras pasar la portilla comienza un duro ascenso que crestea toda la montaña.
Después de un rato llegamos hasta ¡dos edificios nuevos! desde donde parte un pequeño camino donde pone un cartel que dice que es una calzada romana y está prohibido el paso para vehículos. Seguimos la calzada y evidentemente el final alcanza el castro de la Espina del Gallego donde nos pusimos a comer a las 13 h. Tras un pequeño parón vimos el cartel orientativo y dimos una vuelta por el enorme castro, antes de volver a las bicis. Después el camino es más o menos llano y seguimos pasando restos hasta divisar el monte Cildá con su antena. Una vez que llegamos hasta arriba había varios edificios modernos dentro del propio yacimiento del Cildá, cogimos la pista de la derecha y ¡500 metros más abajo! vimos el cartel orientativo. Tras seguir la pista durante bastante tiempo llegamos a un camino que iba a Sel de la Carrera para la izquierda y a Silió para la derecha, que fue el que seguimos. Fuimos bajando por la pista y en un cruce fuimos a la derecha, pero poco más adelante se terminó, por lo que bajamos monte a través hasta una carretera que nos llevó hasta Silió. Después fuimos hasta Portolín y Molledo por la CA-710, y una vez que pasamos la via del tren por la antigua nacional, hasta llegar a Arenas de Iguña. De allí hasta el coche, al que llegamos a las 17 horas.
En 2006 hice una preciosa ruta hasta el castro romano de la Espina del Gallego y tiempo después me di cuenta que cerca de la zona hay varios castros más. A principios de mes hicimos una pequeña aproximación a la zona, hasta llegar casi a la Espina del Gallego y decidimos que lo mejor era realizar la ruta en bici y no a pie, debido a la distancia que había que recorrer. Por eso este sábado decidimos ir pronto hasta allí y pasar el día completo. Fuimos hasta Arenas de Iguña, y un poco más adelante en dirección a Anievas, dejamos el coche en Barriopalacio. Más o menos a las 10 horas y una vez preparados comenzamos a subir, pasando Cotillo y Villasuso, hasta llegar al collado. Ahí empieza una pista de gravilla bastante grande, a la derecha de la carretera, y tras pasar la portilla comienza un duro ascenso que crestea toda la montaña.
Después de un rato llegamos hasta ¡dos edificios nuevos! desde donde parte un pequeño camino donde pone un cartel que dice que es una calzada romana y está prohibido el paso para vehículos. Seguimos la calzada y evidentemente el final alcanza el castro de la Espina del Gallego donde nos pusimos a comer a las 13 h. Tras un pequeño parón vimos el cartel orientativo y dimos una vuelta por el enorme castro, antes de volver a las bicis. Después el camino es más o menos llano y seguimos pasando restos hasta divisar el monte Cildá con su antena. Una vez que llegamos hasta arriba había varios edificios modernos dentro del propio yacimiento del Cildá, cogimos la pista de la derecha y ¡500 metros más abajo! vimos el cartel orientativo. Tras seguir la pista durante bastante tiempo llegamos a un camino que iba a Sel de la Carrera para la izquierda y a Silió para la derecha, que fue el que seguimos. Fuimos bajando por la pista y en un cruce fuimos a la derecha, pero poco más adelante se terminó, por lo que bajamos monte a través hasta una carretera que nos llevó hasta Silió. Después fuimos hasta Portolín y Molledo por la CA-710, y una vez que pasamos la via del tren por la antigua nacional, hasta llegar a Arenas de Iguña. De allí hasta el coche, al que llegamos a las 17 horas.
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