Copa del Rey de baloncesto

Antes de ir a Bilbao a ver la final de la copa del Rey de baloncesto me pasé todo el día conociendo la parte más oriental de Cantabria. Era la única gran zona que me quedaba por ver y paré en Limpias, en la Bien Aparecida, en La Matanza y en Palacio, a conocerlo y comer. Ya en Vizcaya estuve en Zalla y un rato en Bilbao antes de ir al BEC, en Barakaldo (30 euros la entrada).

La última vez que fui a ver al Barcelona ganó la liga, y la última vez que fui a ver al Real Madrid ganó la copa ULEB. En esta ocasión el Madrid había jugado mejor en las rondas anteriores y tenía ganas de revancha por la humillación en Vistalegre de este año. Sin embargo, el Barcelona no tuvo rival y no es que jugase de maravilla, es que el Madrid no existió. Jugaron un primer cuarto igualado y a partir de ahí la diferencia fue a más en todo momento, hasta que en el último cuarto el Barcelona se relajó por la renta que llevaba, gracias entre otros a Vázquez y Ricky, que estuvieron espectaculares. Curioso una vez más ver como se pitó el himno a pesar de poner una versión reducida y ver algún que otro loco. Al final 14.814 espectadores.