martes, 2 de febrero de 2010

Praga

Este fue mi regalo de Reyes, Praga (1.188.126 hab.). Llegamos un poco tarde a la ciudad porque el avión de Wizz Air se retrasó bastante y para salir del aeropuerto compramos un billete por 26 CZK para 75 minutos en trasporte local, lo que nos dio para ir en el autobús 119 hasta la estación de metro de Dejvická y de allí hasta Muzeum. Una vez en la plaza de Venceslao fuimos a cambiar más dinero, que estaba más o menos a 25,300 CZK por cada euro, y después a comer. Estabamos cerca del hostel asi que dejamos las cosas antes de irnos al partido de baloncesto. Cuando terminó fuimos por la parte sur de la ciudad, Nové Mesto, vimos el Ayuntamiento Nuevo y fuimos hasta el rio Moldava viendo la galería Manes, la casa Danzante y el teatro Nacional, entre otros cosas. Después vimos la torre de la Pólvora (1475, última torre defensiva de las 13 que hubo) y la casa Municipal, antes de ir a dormir.

Al día siguiente dimos una vuelta por los alrededores de la calle Celetná y por la plaza de la Ciudad Vieja, donde vimos el Ayuntamiento Viejo con el famoso reloj astronómico de 1410 y la enorme iglesia de Tyn (foto), en la que entramos mientras daban misa. Vimos el toque de corneta y fuimos por los alrededores viendo el Karolinum, el teatro y varias iglesias hasta la calle Karlova, donde está el Clementinum, el puente Carlos y la torre de la Ciudad Vieja. Nos hicimos unas fotos y fuimos al barrio judío, pasamos por el Rudolfinum, y compramos la entrada (200 CZK para estudiantes menores de 26 y 300 para el resto) para las famosas sinagogas, la Española (preciosa), la Maisel, la Pinkas y la Klaus, y también se puede entrar a la sala Ceremonial y al cementerio (foto), donde destacan las piedras puestas en las tumbas debido a que en las travesías por el desierto no había flores para poner. Después decidimos ir al museo del comunismo (140 CZK), donde se explican los problemas vividos en el país durante el siglo pasado, criticándolo duramente.

Tenía ganas de un concierto y escuchar alguna obra de Dvorak, compositor local, así que por la mañana y tras bastante tiempo para decidirnos compramos las entradas para el Museo Nacional, donde vimos obras de Vivaldi, Mozart, Liszt, Bach y Brahms por 430 CZK. Pensamos ir al día siguiente al teatro pero era en checo o costaba unos 600 CZK. Al día siguiente pasamos por el puente Carlos (estaba en obras) y llegamos a la otra parte, a Malá Strana, donde lo más destacado son las torres del puente y la iglesia de S. Tomás. Cuando llegamos arriba hay unas vistas increibles (foto) pero nos quedaba una hora para ver el desfile en el cambio de guardia, asi que fuimos a conocer la zona alta que está llena de palacios enormes. A las 12 volvimos al castillo medieval, que es el más grande del mundo, y vimos el cambio de guardia. Después entramos a la inmensa catedral de S. Vito de 1344, que está dentro del recinto del castillo y donde estuvimos un rato, realmente es muy bonita.

Después de bajar del castillo por una de las escalinatas paramos en un sitio de comida tipica y comimos Hovezi y Kureci gulas y pagamos 45 CZK del servicio... Después vimos varias iglesias como la de S. Nicolás o la de Ntra. Sra. de las Cadenas, la escultura de la silla del museo Kampa y el parque contiguo. De allí vimos desde abajo el observatorio de la colina Petřín (327 metros) y llegamos al centro otra vez. El día anterior tras el concierto había visto que el primer lunes de mes es gratis la entrada al museo Nacional (150 CZK otro día) así que fuimos allí para terminar el día. Estuvimos varias horas y la verdad que es impresionante lo grande que es y las cosas que tiene expuestas, pero la mayoría en checo, sin explicaciones y con la impresión de que acumulan material sin más. Para terminar el día dimos una vuelta por el centro, hicimos fotos de noche (foto) y compramos algunas cervezas para terminar de probar los distintos tipos del país...

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