Y llegó el día que he estado preparando los últimos meses. Después de una semana dificil con exámenes, viajes, trabajos y proyectos, había que culminarla con 46 kms de montaña! En mayo hice más kilómetros que en el resto de meses, unos 220 hasta este día. Si retrocedo en el tiempo, tengo que dar las gracias a muchas personas que tienen que soportar estas "ilusiones" que tengo y que en cierta medida les afecta. A mis amigos porque no he podido quedar con ellos todo lo que me gustaría, por culpa de los entrenamientos y los estudios, aunque en ocasiones me han acompañado a correr y me lo han hecho pasar mejor, o me han venido a ver a la carrera. A mi compañero de entrenamientos Esteban, que es una máquina y ha terminado la ultramaratón de 125 kms, porque sin sus ánimos no hubiera sido capaz. A Luis, que me ha dedicado el poco tiempo que tiene para ayudarme con los entrenamientos y la dieta, porque me he encontrado muy bien. Y a mi familia que ha estado siempre ahí, incluso en la carrera, porque sé que siempre estarán ahí. A todos ellos y a los que habeis tenido que soportarme cuando os contaba lo que hacía, gracias, sois únicos.
En cuanto a la carrera, tenía previsto empezar suave, sin forzar, y andando en los tramos más duros de la subida, para no cargar las piernas innecesariamente. En los entrenamientos llegaba al "Palo de Santibañez" en 1 hora, pero en esta ocasión lo hice en 50 min, aunque en la bajada hice más o menos el mismo tiempo. Al final llegué al avituallamiento del kilómetro 10 en Ruente tras 1:10 h y entre los 20 primeros. Continué cómodo adelantando en ocasiones corredores durante el siguiente tramo de carrera, hasta el kilómetro 20, donde había otro avituallamiento enorme en la "Casa del Monte" de Ucieda. Allí iba todavía mejor y los tiempos mejoraban 15 min. lo hecho en los entrenamientos.
Comencé a subir por la carretera del Moral y me seguí encontrando cómodo, aunque me empezaba a notar raro, por lo que tomé un gel y bebida en el avituallamiento de la entrada a la "Ruta de los Puentes". Justo ahí empecé a encontrarme mal debido al calor y la humedad, había sudado mucho, tenía la cabeza ardiendo y me dolía el estómago. La sensación aumentó y me sentía vacío y sin fuerzas, y decidí continuar andando. Me empezaron a adelantar, pero por delante tampoco avanzaban mucho más porque tampoco estaban muy bien, gente improvisando baños en mitad de la prueba y vomitando. Lo malo es que son unos 14 kilómetros sin comer nada, y estaba muy débil. Cuando terminé la ruta pude comer un plátano, un aquarius y agua, pero me seguía sintiendo muy mal. Ahí me encontré con el 2º clasificado en la ultramaratón, y subí un poco hablando con él hasta que me dejó!, aunque luego le volví a pasar.
Esa parte era la más dura de la prueba y no tenía fuerzas para nada. Había que hacerlo andando, algo a lo que me cuesta adaptarme, y soy lento comparado con el resto. Después de casi una hora subiendo por fin coronamos el Toral, y por suerte hacía mucha niebla y frío. Ya en lo alto, de repente me sentí otra vez bien, como si no hubiera corrido nada anteriormente, así que comí y bebí en el avituallamiento y empecé a bajar lo más rápido que podía. Desde la cumbre al final hay unos 12 kilómetros y fue cuando mejor lo pasé, porque adelanté mucha gente y podía correr bien. La niebla me hizo perderme en algún momento, pero no más de 1 o 2 minutos. Al final llegué a Cabezón de la Sal con dolor de flato y con un tiempo de 5:44 h., entre los 40 primeros (el año anterior hubiera sido noveno).
Y llegó el día que he estado preparando los últimos meses. Después de una semana dificil con exámenes, viajes, trabajos y proyectos, había que culminarla con 46 kms de montaña! En mayo hice más kilómetros que en el resto de meses, unos 220 hasta este día. Si retrocedo en el tiempo, tengo que dar las gracias a muchas personas que tienen que soportar estas "ilusiones" que tengo y que en cierta medida les afecta. A mis amigos porque no he podido quedar con ellos todo lo que me gustaría, por culpa de los entrenamientos y los estudios, aunque en ocasiones me han acompañado a correr y me lo han hecho pasar mejor, o me han venido a ver a la carrera. A mi compañero de entrenamientos Esteban, que es una máquina y ha terminado la ultramaratón de 125 kms, porque sin sus ánimos no hubiera sido capaz. A Luis, que me ha dedicado el poco tiempo que tiene para ayudarme con los entrenamientos y la dieta, porque me he encontrado muy bien. Y a mi familia que ha estado siempre ahí, incluso en la carrera, porque sé que siempre estarán ahí. A todos ellos y a los que habeis tenido que soportarme cuando os contaba lo que hacía, gracias, sois únicos.
En cuanto a la carrera, tenía previsto empezar suave, sin forzar, y andando en los tramos más duros de la subida, para no cargar las piernas innecesariamente. En los entrenamientos llegaba al "Palo de Santibañez" en 1 hora, pero en esta ocasión lo hice en 50 min, aunque en la bajada hice más o menos el mismo tiempo. Al final llegué al avituallamiento del kilómetro 10 en Ruente tras 1:10 h y entre los 20 primeros. Continué cómodo adelantando en ocasiones corredores durante el siguiente tramo de carrera, hasta el kilómetro 20, donde había otro avituallamiento enorme en la "Casa del Monte" de Ucieda. Allí iba todavía mejor y los tiempos mejoraban 15 min. lo hecho en los entrenamientos.
Comencé a subir por la carretera del Moral y me seguí encontrando cómodo, aunque me empezaba a notar raro, por lo que tomé un gel y bebida en el avituallamiento de la entrada a la "Ruta de los Puentes". Justo ahí empecé a encontrarme mal debido al calor y la humedad, había sudado mucho, tenía la cabeza ardiendo y me dolía el estómago. La sensación aumentó y me sentía vacío y sin fuerzas, y decidí continuar andando. Me empezaron a adelantar, pero por delante tampoco avanzaban mucho más porque tampoco estaban muy bien, gente improvisando baños en mitad de la prueba y vomitando. Lo malo es que son unos 14 kilómetros sin comer nada, y estaba muy débil. Cuando terminé la ruta pude comer un plátano, un aquarius y agua, pero me seguía sintiendo muy mal. Ahí me encontré con el 2º clasificado en la ultramaratón, y subí un poco hablando con él hasta que me dejó!, aunque luego le volví a pasar.
Esa parte era la más dura de la prueba y no tenía fuerzas para nada. Había que hacerlo andando, algo a lo que me cuesta adaptarme, y soy lento comparado con el resto. Después de casi una hora subiendo por fin coronamos el Toral, y por suerte hacía mucha niebla y frío. Ya en lo alto, de repente me sentí otra vez bien, como si no hubiera corrido nada anteriormente, así que comí y bebí en el avituallamiento y empecé a bajar lo más rápido que podía. Desde la cumbre al final hay unos 12 kilómetros y fue cuando mejor lo pasé, porque adelanté mucha gente y podía correr bien. La niebla me hizo perderme en algún momento, pero no más de 1 o 2 minutos. Al final llegué a Cabezón de la Sal con dolor de flato y con un tiempo de 5:44 h., entre los 40 primeros (el año anterior hubiera sido noveno).
Enhorabuena Frik, El año que viene hay que planificar un poco mas la suplementacin durante la carrera.Creo que puliendo unas peuqeñas cosas se pueden evitar tantas pajaras y que puedas mantener un ritmo mas constante.Para la siguiente entre los 10 primeros. Y si puedo te voy a ver aunque me gustaria mas correrla pero cada vez tengo menos forma.
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