sábado, 23 de abril de 2011

País cátaro

Este nombre viene dado por la Cruzada que se realizó para exterminar a la secta religiosa del catarismo por el papa Inocencio III en 1208, la Cruzada albigense. Sin embargo a veces se confunden sus fortificaciones más sencillas con las ciudadelas reales, que son más recientes y llamativas. Por la mañana nos levantamos y con mal tiempo decidimos ir a Saint Hilaire para ver la abadía benedictina del siglo XIV (3 euros para estudiantes), donde está el sarcófago de Saint Sernin, tallado por el Maitre de Cabestany y donde se ideó el Blanquette de Limoux, que compramos en una viña al salir.

De camino hasta el próximo destino, el castillo de Queribus, el GPS nos llevó por unas carreteras bastante malas, pero en algunos puntos se veían castillos en lo alto de las rocas. Ya cuando llegamos nos dimos cuenta de que habíamos pinchado, así que tuvimos que ir a un taller para que lo reparasen. Como estaba en Tuchan, de paso fuimos por la malísima carretera que lleva al castillo de Aguilar (foto), paramos a comer y después nos acercamos a verlo. Está a unos 400 metros de altitud, data de antes del siglo XI y fue uno de los "cinco hijos de Carcasona", ciudadelas reales para proteger la frontera con la Corona de Aragón, junto a los castillos de Peyrepertuse, Puilaurens, Quéribus y Termes.

Después volvimos a Cucugnan para comprar más Blanquette, y subimos al castillo de Quéribus (foto). Había niebla pero a ratos se quitaba y podíamos ver todo el valle debajo nuestro, sin duda un paisaje increible porque está a 628 metros de altitud (foto). Se menciona por primera vez en el año 1020 y está bastante bien conservado, sin duda merece la pena pagar 5,5 euros. En 1244 tras caer Montségur, fue la última resistencia cátara, pero cayeron en 1255 tras un asedio de tres semanas.

Al salir fuimos hasta el castillo de Peyrepertuse, pero la niebla lo cubría totalmente y decidimos bajar a Duilhac en vez de subir al castillo. El pueblo no tiene nada en especial y al poco tiempo fuimos a ver las "Gorges de Galamus", desde donde se ve a una altura considerable el paso del río (foto). Cuando pasamos las gargantas fuimos hasta el hotel y decidí entrenar hasta Prugnanes, a 5 o 6 kilómetros. Después fuimos hasta Saint Paul de Fenouillet para cenar, pero nada más porque las noches en el país son bastante desangeladoras con todo cerrado y muy oscuro.

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