domingo, 15 de noviembre de 2009

Venecia, Pescara y las Marcas

El martes me fui a pasar la tarde a Venecia (271.009 hab.), que junto con su laguna son Patrimonio de la Humanidad. Las calles tienen paneles indicativos para guiarte, porque al final todas son parecidas y todas tienen las mismas tiendas con los mismos tipos de regalos típicos para turistas, un verdadero laberinto. Está repleta de canales por todas partes y de varias islas, y en algunas partes huele bastante mal. Sin embargo, la ciudad rebosa de cultura, como conciertos, galerías de arte, exposiciones, etc... aunque un poco caros. Por su parte la arquitectura es muy llamativa y la plaza San Marcos, la Basílica, la Biblioteca Marciana y el Palacio Ducal, son realmente increibles. Frente a la plaza, desde el puerto, se puede ver la isla San Giorgio donde se encuentra la llamativa Basílica de San Giorgio Maggiore (fotos) y desde donde hice unas 40 fotos, algunas muy bonitas (fotos). En los alrededores está el Arsenal y algunos de los puentes más famosos de la ciudad como el de Rialto o el de los Suspiros. Las fotos de noche por el Gran Canal quedan de maravilla con las típicas góndolas pasando por debajo de los puentes.

El sábado cogí el primer tren a las 5 de la manana con direccion a Pesaro, donde llegué a las 9:30. Justo delante de la estación están los autobuses que salen para ir hasta Urbino, a donde tardó casi una hora, por 2,75 euros. Es una ciudad pequeña, 15.441 habitantes, y también es Patrimonio de la Humanidad por todo su casco antiguo (foto). Lo más destacado es el Palacio Ducal construido en el siglo XV, y que contiene la Galeria Nacional a la que entré gratis al ser estudiante de Historia. También es interesante el Duomo, la Fortezza dell'Albornoz, desde hay unas vistas muy buenas, la casa de Rafael Sanzio, que estaba en obras, y en general todo el centro de la ciudad que está muy bien conservado. A la vuelta estuve un rato en Pesaro (91.983 hab.), vi su plaza del Popolo con su Palazzo Ducale, la casa natal de Rossini, la Rocca Costanza, y la playa, que está repleta de restaurantes y hoteles, que ahora están vacíos y hacen que la ciudad sea un poco fría. Después fui hasta la estación y cogí el tren hacia Pescara por 10,50 euros. Tras unas horas llegué a esta ciudad costera, a la otra orilla de Roma que no es muy grande, 124,130 habitantes, y tampoco tiene muchos puntos de interés, a parte de la gran playa que tiene a 5 minutos de la estación y que al parecer en verano está repleta de gente. El resto es bastante moderno y este día estaba todo lleno de gente (es muy habitual las noches de los fines de semana en Italia) asi que me fui por toda la Piazza della rinascita para llegar a la playa y de ahí hasta el estadio. Luego di una vuelta por la ciudad para encontrar un sitio donde dormir... finalmente fue en la playa, que buenas vistas!!! Sin embargo, la temperatura no fue como en Suecia, aquí estabamos a 6 grados, y a media noche me tuve que levantar para continuar mi siesta en la estación.

A las 5 me levanté y esperé al tren que me llevó hasta Ancona por 7,10 euros. Me fui directo al centro para buscar la estación de autobuses que lleva a Sirolo, y después de 45 minutos y 2,95 euros llegué hasta este pequeño pueblo costero que tiene unas vistas increibles. Desde allí sale una ruta que hice durante toda la mañana y después me di una vuelta por el pueblo. El problema fue que no pasó el autobus a la hora y me dijeron que la parada estaba tres calles más abajo de donde te deja, y tuve que esperar al siguiente dos horas más. Una vez volví a Ancona, estuve unas horas conociéndolo pero la ciudad está mal cuidada, los principales monumentos están en mal estado y no parece que a nadie le importe. Lo mejor fue la catedral de San Ciriaco de 1128. Las vistas desde allí son buenas de no ser porque es una ciudad con el puerto justo delante, lo que resta naturalidad. Una vez que terminé de recorrer la ciudad me fui hasta la estación para llegar a casa a las 9:30 más o menos... que iluso!!! Había retrasos en todas partes por problemas mecánicos y después de estar parados más de una hora, de ser llevados en autobus hasta otra estación, de esperar allí todavía más y en Bolonia aun una hora más, llegué a casa a la 1 de la mañana... aquí es normal!!!

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