miércoles, 6 de enero de 2010

Véneto, Emilia-Romaña y Toscana

El día 2 tuve mi segunda visita. Fuimos a Verona (4,95 euros) y quitando los lugares típicos vimos el teatro romano del s. I y el castillo San Pietro, al que merece la pena subir para ver las vistas de la ciudad. Después de un rato paseando fuimos hasta Vicenza y allí vimos los principales palacios de Pallatio. Ya en Padua fuimos a la plaza delle Erbe y cenamos cerca. Al día siguiente fuimos hasta Venecia para ver las otras islas, en las que todavía no había estado, y por 16 euros compramos el billete para 12 horas con acceso a todos los barcos. Nos fuimos paseando hasta la plaza San Marcos y cogimos un barco hasta Murano, isla famosa por fabricar el cristal que lleva su nombre. Desde el s. X los venecianos fabricaban el cristal, pero se trasladaron a la isla en el s. XIII por riesgo de incendios. Allí pudimos ver un horno y como se realiza, pero a parte de eso la isla tiene la misma arquitectura que Venecia y lo mejor es pasear y pasear por sus calles. De allí fuimos hasta Burano (foto), un puerto pesquero en el que sus casas están decoradas con diferentes colores, además de poseer un material más elaborado de cristal y artesanía que Venecia.

Al día siguiente nos fuimos a Bolonia (374.000 hab y 6,75 euros), a la que llaman "la roja" por política y además por su arquitectura, aunque este día estaba más bien blanca por la nieve. Primero fuimos a la iglesia de San Francesco, que contiene la tumba del papa Alejandro V, y después a la basílica de San Doménico, construida en el año 1238 para albergar los restos del fundador de los dominicos, que están en un sarcófago diseñado por Nicola Pisano. Después fuimos hasta el palacio dell´Archiginnasio, antigua sede de la Universidad, que tiene el techo cubierto de los escudos de armas de los profesores, y a la basílica gótica de San Petronio, de las más grandes del mundo pero que no se terminó porque Pío IV encargó una nueva Universidad en el ala este. Tras dar una vuelta por la plaza Mayor nos metimos en "El Quadrilatero", calles adoquinadas llenas de tiendas.

Comimos y fuimos a la plaza Mayor otra vez a ver la fuente de Neptuno y hasta las dos torres, que están inclinadas y a las que se puede subir. Desde allí callejeamos hasta llegar al barrio universitario que tiene varias iglesias y donde entramos en la Universidad. Al ser pronto decidimos ir hasta Módena (180.000 hab y 3,10 euros) fundada en el s. II a.C. y que fue la ciudad de la familia Este. Lo primero que vimos después de un rato andando fue el palacio Ducal, del barroco y residencia de los Este. De ahí fuimos hasta la catedral del s. XII (foto), que junto con la plaza y la torre Ghirlandina son patrimonio de la humanidad. No la pudimos ver por dentro y nos fuimos de compras y hasta el palacio de los Museos, antes de ir de vuelta a Bolonia, donde dormimos cerca de la estación.

Al día siguiente antes de ir a Florencia me paré en Pistoia (84.000 hab) y aunque estaba lloviendo pude ver la ciudad que es famosa por darle nombre en el s. XVI a la pistola. Lo más interesante, es la catedral de San Zeno (foto), del románico, y su baptisterio diseñado por Andrea Pisano y en el que pude ver una exposición interactiva de obras de arte. Cerca se puede ver el palacio Comunal que también tenía una exposición de arte y en el que destacan los techos pintados de frescos. Después de dar una vuelta por los alrededores me fui hasta Prato (174.000 hab), famosa ciudad textil. Es interesante ver la catedral del s. XI (foto), típica arquitectura toscana y que posee en el exterior el "Pulpito della Sacra Cintola" donde se muestra cinco veces al año la faja sagrada de la Virgen María. Siguiendo por la calle Ricasoli pude ver el palacio Pretorio, un poco más adelante la iglesia de SM delle Carceri y el castillo del Emperador del s. XIII. Cuando terminé me fui hasta Florencia donde dimos una vuelta por toda la ciudad conociendo algun sitio nuevo como el fuerte del Belvedere, la fortaleza da Basso, la plaza de SM Nueva o la preciosa basílica de la Santa Cruz. Dormimos por 18 euros en el Hotel Erina, cerca de la estación.

Al día siguiente me fui hasta Módena otra vez, para ver la catedral por dentro. Por suerte llegué cuando estaban en misa, por lo que estaba abierta, y aunque están prohibidas las visitas entré un rato a verla, preciosa. Después me fui hasta Parma (174.000 hab y 4,30 euros), de origen etrusco y conocida por el escándalo Parmalat de hace unos años. Después del partido de fútbol fui por la calle Manzini hasta llegar a la plaza Garibaldi, vi el palacio del Gobernador, la catedral de 1106 con su batisterio (foto) y la iglesia de San Juan Evangelista. También es interesante ir hasta la plaza de la Paz y contemplar el enorme palacio della Pilotta llamado asi porque se jugaba aquí a la pelota típica de España.

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