martes, 8 de septiembre de 2009

4810 metros!!!

Tras conocer el día anterior por fin un glaciar, era hora del gran momento del viaje, la ascensión al conocido Mont Blanc, el pico más alto de Europa occidental, con 4810 metros.

Para subir hasta allí hay varias maneras, pero yo escogí la opción de subir desde el refugio de Gouter, que quizá es actualmente la más utilizada. Para llegar hasta allí hay dos opciones, la primera comenzar a andar desde un pueblo cercano durante algún tiempo, o la segunda que es salir desde alguna de las paradas del tren turístico del Mont Blanc, que parte de Le Fayet. Al no disponer de mucho tiempo elegí la segunda aunque con la sensación de colaborar en un tren que atraviesa todas las montañas de los alrededores...

El primer tren sale a las 7:45 de Le Fayet y hay varias horas más para escoger. Yo subí en el primero, y nada más llegar al destino, en el primer refugio nos dicen que no es posible ascender hasta Tete Rousse sin crampones, porque ha nevado en los últimos días. Comencé a ascender por un camino muy bien marcado y junto a varios grupos que salieron también del tren, por lo que era imposible confundirse y poco después, el camino pasa cerca de un refugio desde donde hay unas increíbles vistas.

Siguiendo por el camino marcado que continua con el ascenso, había algún tramo con hielo pero no lo suficiente para ponerse los crampones todavía. Al poco tiempo avisté el refugio de Tete Rousse en el borde de un abismo y en una zona bastante nevada. Sin embargo, se podía andar perfectamente con las botas, hasta el primer tramo difícil, la ascensión al refugio de Gouter. El comienzo es bastante peligroso debido a que el ascenso tiene mucha pendiente y la gente que camina más arriba, sin querer, mueve rocas que van haciendo de la parte de abajo un paso complicado, por ello a esa zona la llaman "la bolera". Después de observar un rato a la gente pasar y de ver algunos roces en varias personas, decidí que la única manera era mirar, correr y esperar tener suerte... y la tuve!!! Después de subir un poco más, hay otra zona similar y también tuve suerte, sin embargo, un poco más adelante en una zona un poco más resguardada, uno de los chicos con los que estaba hablando, sí que tuvo suerte, le pasó una roca rozando el brazo a una velocidad increíble, casi ni la vimos...

Fui subiendo con un grupo de cinco chicos españoles, pero llevaban las tiendas de campaña para hacer vivac por lo que cada poco tiempo había que parar. En uno de los parones y debido a la hora, casi las 4 de la tarde pensé que debía comer y me preparé dos bocadillos... gran fallo!!! Tras eso continué con la ascensión y cada vez que paraba para esperarles tenía ganas de dormir y un tremendo ardor de estómago. En el último tramo debía tardar unos 20 minutos y sin embargo tardé más de hora y media, al llegar vomité en el baño y me fui a reservar una cama para poder dormir. Sin embargo, no había plazas, como ya sabía, y me ofrecieron el suelo por 22 euros, aunque debía esperar al final de la cena. Me fui a dormir a un banco a las 8 de la noche y a la 1:30 de la mañana me despertó la gente que iba a subir en ese momento y que querían desayunar. Otros tres chicos españoles me dijeron que pensaban salir a las 5, pero no hasta arriba, y pensé que era mejor idea que salir a las 2, puesto que no había dormido ni comido y para desayunar solo pude comer un gofre. Debido a que subía mucha gente a esa hora me pude meter en una litera para dormir un poco más.

A las 5:30 me desperté, pero ellos se despertaron a las 6:30 y al final esperándoles todo el rato me dijeron que no venían, por lo que me fui solo a las 7:30. Me puse los crampones, cogí el piolet, un poco de comida y en marcha. A mitad de camino quise comer algo pero mi estómago solo me dejó comer media barrita energética y tuve que seguir así. Al mediodía llegué a la cumbre después de varias horas andando, incluso con calor, debido a la exposición al sol durante todo el día. Apenas había nadie a esas horas subiendo y solo encontré a una persona en la cumbre que se disponía a bajar y que me hizo las fotos con la camiseta de mi club. Estuve un tiempo en la cima y debido al sol decidí bajar. Cuando estaba ocultándose el sol llegué al refugio, ya sin agua, sin ganas de comer. Volví a pedir una habitación, teniéndome que contentar otra vez con el suelo desde las 8 hasta las 2, y después hasta las 6:30 en litera. A las 7 me puse a bajar para coger el segundo tren hasta Le Fayet, a las 10:25, fui casi corriendo en algunos tramos y llegué a las 10, ya estaba todo terminado.

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