jueves, 10 de septiembre de 2009

Aviñón y Nimes

Tras una mañana intensa por el parapente había que volver hasta España para coger el vuelo Zaragoza-Milán que salía el viernes por lo que puse camino hacia allí y durante el viaje fui parando en algunas ciudades francesas. Al mediodía llegué a Aviñón, la ciudad de los papas. Ya tenía ganas de conocer la que fue residencia de los papas durante la "Cautividad del Papado" desde 1309 hasta 1377, aunque después algunos antipapas mantuvieron aquí su residencia. Además de por poseer la catedral y el palacio episcopal (foto) también es conocida por su histórico puente (Pont d'Avignon, en la foto). Las tres estructuras fueron en 1995 nombradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, y no es para menos ya que el palacio se compone de unos 15.164 metros cuadrados. El resto de la ciudad de unos 89.300 habitantes rebosa de iglesias por cada calle, como es normal con la importancia que adquirió la ciudad papal durante el siglo XIV. Además de algunas iglesias merece la pena visitar el Hôtel des Monnaies, enfrente del palacio episcopal, el Ayuntamiento (Hôtel de Ville) o las murallas construídas por los papas durante sus mandatos. Había bastante ambiente por todas las calles, siendo estas estrechas y de dificil circulación por dentro de las murallas. El único problema de la ciudad en mi opinión es la cantidad de pobres y borrachos por las calles tirados o buscando en los basureros...

Tras pasear un rato por la ciudad, el siguiente destino del día fue Nimes. Ciudad de unos 144.600 habitantes con una rica historia, ya que los romanos la conquistaron en el 120 a.C. a los galos y fue un paso de la vía Domiciana, camino que facilitaba el acceso a Hispania. Durante el derrumbamiento romano pasó a ser visigoda en 462, pero la pérdida de poder de estos ante los musulmanes hizo que la perdieran en 719. Sin embargo, en 754 pasó a formar parte de la dinastía carolingia y después pasó a manos del conde de Tolosa en 892. Descatan los restos romanos, que están bastante bien conservados, como el famoso anfiteatro (la Arena de Nimes, en la foto) y la Maison Carrée (foto), antiguo templo romano muy bien conservado, ambos del siglo I. También destaca la torre Magna del siglo I a.C. y la catedral de Saint Castor comenzada en el siglo XI. La ciudad de noche estaba bastante tranquila, iluminando los edificios interesantes y muy bonita, aunque al igual que en Aviñón había varios indigentes y borrachos por la calle. En general los accesos a las ciudades de Francia muy fáciles y en estos dos casos más aun, al no ser ciudades muy grandes.

1 comentario: